Películas es un viaje hacia el mar, con las expectativas de quien sabe que jamás podrá zafarse del guion desconocido de su propia vida, transitando por locaciones distintas a las acostumbradas para mirarse desde lejos. Una voz en off que se detiene a profundizar las escenas que el protagonista ha escogido para desarrollar el racconto que lo sitúa en el presente y le ayuda a entender quién es o quién ha elegido ser. Las escenas pueden ser tanto recuerdos como anhelos, cuya gracia es que nunca sabremos cuál es cuál. La voz de estos poemas es también la voz de un espectador, que se entrega a la resaca placentera que dejan las buenas películas y recrea en el set de su propia vida los mejores momentos. El viajero de este libro se mueve entre la dicotomía de saber que el desarrollo de la historia le pertenece, pero que el rollo de la cinta no se puede volver atrás. Y que no hay posibilidad de grabar las escenas por segunda vez: todo lo que hace queda registrado, sean buenas o malas actuaciones. Con esa resignación a cuestas sigue adelante, sabiendo que no puede contar con dobles que actúen por él las escenas peligrosas.  -Iván Maureira Ortiz